La captura de lamprea en las aguas del río Miño implica el uso cuidadoso de redes y aparejos de pesca, técnicas tradicionales que reflejan el respeto por la naturaleza y la sostenibilidad. Las redes, hábilmente colocadas por los pescadores, se utilizan de forma selectiva, lo que permite la captura controlada de lamprea durante su ciclo migratorio.
Los caladeros, estructuras instaladas estratégicamente a lo largo del río, son elementos fundamentales en este proceso, aportando un enfoque eficiente y respetuoso para la preservación de la rica biodiversidad del medio acuático. Estas prácticas ancestrales no sólo resaltan la autenticidad de la captura de lamprea, sino que también subrayan el compromiso de preservar los ecosistemas fluviales.