Cada preparación de Lampreia es una celebración de la continuidad, una fiesta que trasciende el tiempo. Este plato único no es sólo una experiencia culinaria, sino un vínculo que une generaciones. En las mesas, abuelos, padres e hijos se unen en un viaje gustativo compartido, creando recuerdos que perduran, como el sabor auténtico que se transmite de generación en generación.